16/07/2013

1913. Un año hace cien años, de Florian Illies

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Autor: Cèlia

A finales de mayo Salamandra publicó 1913. Un año hace cien años de Florian Illies traducida por María José Díez y Paula Aguiriano, una obra de narrativa de no ficción repleta de personajes y hechos históricos hábilmente enlazados, algunos relevantes y otros anecdóticos, ocurridos durante ese año,combinados con fino humor y una perfecta fluidez en la narración.

Puede que la obra sea germanocétrica pero, con lo que llega a pasar en 1913, si salieran "todos" a Florian Illies no le alcanzaría el papel.
Realmente 1913, un año hace cien años es un polvorín a punto de estallar. Europa, al borde de la Primera Guerra Mundial, está dejando atrás una era y se está gestando un nuevo orden mundial. Es un año en plena ebullición: los avances técnicos, las revoluciones artísticas y los cambios políticos se suceden atropelladamente. La Mona Lisa lleva ya dos años desaparecida. El Cubismo va tomando fuerza y Duchamp pone una rueda de bicicleta sobre un taburete y sencillamente le gusta. Lulú sufre la censura y Woyzeck está loco, aunque no es el único. Virginia Woolf intenta suicidarse. Franz Kafka no se encuentra bien, al igual que Robert Musil y Brecht, y sufre neurastenia, un nuevo diagnóstico. Kokoschka sigue obsesionado con Alma Mahler y Georg Trakl está desesperado por su hermana, ¿será la fiebre creadora?
Los Mann van de balneario en balneario, la tos de Katia Pringsheim, la señora Mann, no remite, La muerte en Venecia la tiene preocupada. Dicen los rumores que él está escribiendo una novela breve que se llamará El aprendiz de magia, quién sabe, así son los rumores. Proust busca el tiempo perdido y Adolf Loos clama contra el ornamento.
Louis Amstrong debuta en público por primera vez y Chaplin consigue su primer contrato cinematográfico. Machu Pichu es redescubierta y sale el primer número de Vanity Fair. Gertrud y Leonard Stein se pelean, Freud y Jung también. El joven Elias Canetti se traslada a Viena con su madre y aprende alemán. James Joyce se gana el sustento como profesor de inglés y con algunas críticas en los periódicos. Hitler sobrevive pintando cuadros, Stalin y Trotsky pasean... Rudolf Steiner le escribe a su madre: "La guerra amenaza con estallar a cada paso", que razón tenía.
La leerán de un tirón, se lo aseguro.

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