09/03/2023

Lecturas de cómics juveniles para jóvenes... y no tan jóvenes

alt text
icon

Autor: Júlia Viussà

Si me preguntan por qué me gustan los cómics clasificados como juveniles, no podría dar una respuesta clara y contundente. Quizá sea debido al amor a los libros que profesa quien se dedica a ellos. Quizá sea porque, después de años de experiencia, se aprende que hay libros muy difíciles de clasificar. Y esto no sólo vale para el género: también para las edades. Con pequeñas excepciones de libros de prelectura y de primeras lecturas, la edad de lectura de una obra no la marca nunca el propio libro sino el lector o la lectora. Supongo que por eso, y por un cariño especial hacia la LIJ, me gusta el momento de descubrir futuras lecturas potenciales cuando llegan nuevas incorporaciones de cómic juvenil a la librería.

La última vez que he experimentado esta sensación ha sido recientemente con Cartas de amor de 0 a 10 (Blackie Books). Avalado por un buen puñado de premios, nos cuenta la historia de Ernest, un niño solitario que vive con su abuela y que ve su mundo cambiado por la llegada de una nueva alumna a la clase: Victoria. Ella, con la fuerza revolucionaria de un huracán, pone patas arriba la tranquila existencia del protagonista, y comienza a surgir en él un sentimiento de vacío, de no pertenencia y dudas, muchas dudas.

Con toques de humor y dulzura, Ernest experimenta cómo su coraza empieza a resquebrajarse. La fuerza vital de la niña se expande como una mancha de aceite a su alrededor, haciendo que se den respuestas a preguntas que ni siquiera existían al principio de la historia. La amistad, la determinación, los esfuerzos por intentar ser nuestra mejor versión, así como el sentimiento de frustración y culpabilidad cuando no se consigue, y el ansia de libertad, de verdad y de vivir, enmarcan una historia aparentemente sencilla, pero con unos personajes muy bien construidos y un final en el que todos los puntos confluyen en una unión que desencadenará un final de cuento.

Una sensación similar la tuve al leer por primera vez la tierna historia que encontramos en el álbum ilustrado Las estrellas (Juventud), ganador del Premio Llibreter en 2021. Pese a repetir un patrón narrativo muy conocido (dos personas conectan pero los prejuicios externos les impiden establecer vínculo alguno), la pureza y la inocencia de sus protagonistas hacia sus sueños arrancará una sonrisa a personas de cualquier edad.

Continuamos con Las varamillas (Astronave), que es una historia de aventuras y una pequeña rebelión de la protagonista contra la familia. El cómic nos muestra unas bonitas ilustraciones con una especie de acuarela, pero escondida entre colores pastel y personajes bonitos hay una crítica al mal uso del poder, convertido en autoritario. Al leerlo, no podía dejar de pensar en la serie Over the garden wall, en la cual se desdibuja la frontera entre la realidad y la fantasía, y donde los límites de la imaginación se expanden tanto como la mirada del espectador. La candidez e ingenuidad de Greg, el hermano pequeño, en contraste con la preocupación constante de Wirt, el hermano mayor, nos muestran dos talantes a la hora de encarar una aventura y, como siempre, al fin y al cabo, la vida.

Por último, recomiendo firmemente la colección de cómics de Heartstopper. Popularizados por la adaptación a serie, los libros nos brindan la oportunidad de observar la hermosa historia de amor entre Nick y Charlie, que se nos muestra con mucha ternura. Esto ha generado un gran impacto positivo entre el público lector, en especial el joven, ya que consigue mostrar unos referentes gays sin hacer uso de narrativas desgarradoras ni de caracterizar a los personajes dentro de una marginalidad dada por la orientación sexual. Se habla del amor con naturalidad, ni más ni menos.

Si me preguntan por qué me gustan los cómics clasificados como juveniles, no podría dar una respuesta clara y contundente. Pero sí podría decir con certeza que me fascina cómo se tratan ciertos temas muy adultos desde una perspectiva sencilla pero muy eficiente, seguramente dada por la posición en la que se encuentran estas narraciones, situadas en el puente entre la infancia y la adultez. No sólo entretienen con sus ilustraciones y sus historias, sino que además logran abordar cuestiones profundas y hacer reflexionar al lector, independientemente de su edad. Que son una lectura tan real, cautivadora y hermosa como cualquier otra. Por eso supongo que me gustan. O, quién sabe, quizás encontraré la respuesta después de muchas lecturas de cómics juveniles más. Deberé seguir leyendo. Y espero que vosotros, también.

Comparte