09/04/2013

Libros en racimo: dudas de un librero sobre qué recomendar

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Autor: José

Hay momentos del año en los que el librero está tan superado por las novedades que llegan desde todos los flancos, que se ve en serias dificultades para destacar uno, y quisiera tener la posibilidad de recomendarlos en racimos.

A veces, se producen curiosas alianzas entre la actualidad global y la editorial, en principio programada con meses de antelación: en este caso, la semana del cónclave para elegir Papa en Roma y la inminencia de la semana santa, coincidió con la llegada de varias obras sobre ese intrincado concepto de "teología política": el de Massimo Cacciari, Il potere che frena (Adelphi), el de Hugo Ball (el dadaísta!) Dios tras Dadá (Berenice), y reciente estaba la reedición del libro mítico Los dos cuerpos del rey. Un estudio de teologíapolítica medieval de E. Kantorowicz (Akal), de donde Pierre Michon sacó el título de su Cuerpos del rey, que se abría con la gran fotografía de Beckett con el cigarillo colgando de los labios, con fondo negro..., y en eso, me enteré del título del nuevo de Roberto Esposito, La máquina de la teología política y el lugar del pensamiento, que este verano publicará Einaudi.
O mejor sería destacar que acaba de llegar la traducción castellana y catalana del último libro de Alice Munro, en Lumen y Club editor, Mi vida querida / Estimada vida, que es una maravilla. O mencionar la extrañeza de hojear el nuevo libro de Coetzee, The Childhood of Jesus y allí, entre las palabras inglesas de la primera página, una palabra en castellano, con sus acentos bien puestos y todos: "Reubicación". Efecto que lógicamente quedará aplanado en su traducción castellana... O hablar de Salvaje / Salvatge de Cheryl Strayed, un gran libro sobre caminar cientos de kilómetros por la costa este americana. O Perdida, de Gillian Flynn en Mondadori, que dicen que es una gozada, con ese gran lema editorial: "Leéla y sigue soltero"…
Y claro, ya lleva semanas activada la pole position para el día de Sant Jordi, los libros haciendo ese sutil cálculo de cuándo aparecer en la librería, ni demasiado pronto ni demasiado tarde, para que la torrentera de las novedades respete al niño del agua corriente del baño de la metáfora habitual.
O hablar de libros inminentes, como el nuevo de Julian Barnes, Levels of Life, o la nueva de John Le Carré, A delicate truth, o el nuevo dietario de Andrés Trapiello, Miseria y compañía. Ya ven, el viejo adagio del librero silba el gran musical clásico "Nuevo, nuevo, nuevo", cada dos por tres. Boris Groys tiene un bonito libro titulado precisamente Sobre lo nuevo (Pre-Textos), donde intenta analizar esa pulsión de novedad y la obsolescencia programada que prima en la producción cultural.
En el fondo, me gustaría hacer un post sobre Pascal Quignard, uno de mis favoritos, que acaba de sacar en Francia un título prometedor: L'origine de la danse (Galilée). Ya en septiembre, cuando salió Les desarçonnés (Grasset), el séptimo volumen de su obra en serie Último Reino, (del que sólo han sido traducidos el primero, Las sombras errantes, que ganó el Goncourt y el sexto, La barca silenciosa) consideré hablar del libro, pero ¿cómo se resumen decenas de horas de lectura, miles de páginas, en 20 líneas? Difícil, imposible, inútil...
Otra tentación es comentar los libros en lenguas extranjeras, no traducidos, por tanto sin cobertura mediática en nuestro ámbito, del que hemos vendido muchos ejemplares, cosa que nos encanta, como el Ce'st pour cela qu'on aime les libellules de Marc-Alain Ouaknin, o Le voile d'Isis Essai sur l'histoire de l'idée de nature de Pierre Hadot, o Professeurs de désespoir de Nancy Huston, o Soledad como modo de vida de Thomas Dumm.
No sé, no sé, como dicen los periodistas deportivos sobre jugadores de los que no se sabe si jugarán o no, soy duda... Disfruten de la lectura.

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